Un día, una familia de tortugas decidió ir por un
picnic. Las tortugas, siendo naturalmente lentas, tomaron siete años en decidir lo que llevarían al picnic y lo que
dejarían en su hogar. La familia discutía sobre quien llevaría las cosas y no
llegaban a un acuerdo.
Un día, el más viejo de las tortugas decidió que el llevaría todas las
cosas así para que nadie se discuta más. Por fin la familia salió de su casa y
comenzó a buscar un buen sitio para tener el picnic.
El primer año de su búsqueda
encontraron varios sitios disponibles pero aun no habían encontrado el lugar
perfecto. Cruzaron lugares muy calientes o muy fríos, muy húmedos o muy secos,
etc.
Pero durante el segundo año de su viaje encontraron el lugar ideal para su
picnic. Tardaron seis años en limpiar el lugar y otros cuatro en desempacar y
colocar todo en el lugar debido. Después de arreglar y posicionar todo, la
familia descubrió que se habían olvidado de la sal. La familia pensaba que un
picnic sin sal es un desastre total y la comida preparada no tendría sabor.
Después de una larga discusión, La tortuga más joven entre todas fue
elegida para que traiga la sal de su hogar. Aunque era la más rápida entre las
tortugas, dijo que no quería irse, entonces se escondió en su caparazón.
El padre le habló a su hijo y le convenció para que se vaya a traer la sal
de su hogar. La tortuguita antes de marcharse dijo que solo traería la sal con
la condición que nadie comería la comida hasta que él llegara de el viaje. La
familia aceptó los términos de la joven tortuga y esperó.
Tres años pasaron y la tortuga todavía no había llegado. Cinco años… seis
años… y en el séptimo año de su ausencia, la tortuga más vieja no aguantaba más
su hambre. Anunció que empezaría a comer y empezó a desenvolver un sándwich.
En ese instante, la tortuguita, que se había escondido durante los últimos
siete años detrás de un árbol cercano, saltó de su escondite y exclamó “VEN!
Sabía que no me esperarían. Ahora no me iré a traer la sal.”
Algunos de nosotros gastamos nuestro tiempo esperando para que la gente
alcance nuestras expectativas.
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